Un recuerdo, mil palabras.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Abro la puerta y te veo a lo lejos. Todavía no me has visto, sigues con la cabeza agachada. Te dicen que mires al frente, que mires quien viene. Me ves, sonríes. No sabes quien soy pero sabes que me quieres. Sabes que soy alguien muy importante para ti pero no sabes por qué. Pero te da igual. Te abrazo, y te huelo. Eso no ha cambiado, siempre igual. Como esos días en los que te oía gritar desde arriba de la escalera. Esperando a que subiera para abrazarme con fuerza. Un abrazo asfixiante, pero que no sabia cuanto echaría de menos. Lo echo todo de menos. Esos bailes en el pasillo. Tu voz hablando sola en la cocina. Esos paseos hasta la fuente de los lobos. Y sobre todo la sonrisa. Como te brillaban los ojos cada vez que me veías. Como se formaba una sonrisa cuando me acercaba. Y que hasta el final me sonreíste. Siempre ahí. Sonriendo.

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