Nieva silencio

viernes, 21 de diciembre de 2012

Nieva. Ligeros copos de nieve caen sobre las ramas desnudas de los árboles. Una gruesa capa de nieve cubre los tejados como un manto de plumas. Reina el silencio. El tiempo parece haberse detenido de no ser por los incesantes cristales de nieve que caen. Los primeros rayos de sol asoman entre los riscos de las montañas cercanas. Poco a poco la calle se va iluminando haciendo que el manto de nieve brille y refulja como diamantes.
Los primeros indicios de vida llegan con un madrugador gato que pasea elegante entre los arbustos, desplazandose suavemente sobre la nieve, como si la acariciase. Los pájaros empiezan a despertarse y sacuden sus alas dispuestos a posarse en las ramas mas altas de los árboles nevados.
Pero no ocurre nada mas, ninguna puerta se abre, no se ve ninguna cara asomarse por la ventana, ninguna chimenea humea. Las calles permanecen mudas y vacias. Como siempre. Años de soledad.
Las casas se encuentran vacias. Habitaciones huecas, frias e inhabitadas. Una capa de polvo cubre los muebles. Camas desechas que no llegaron a hacerse, cazos en unos fogones que nunca se encendieron, platos en un comedor para una comida que nunca llego a servirse. Todo lo que queda de lo que un dia fue un pueblo es un conjunto de casas vacias entre las que aulla el viento por las noches.

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