Oasis

sábado, 13 de abril de 2013

¿Cómo me siento? Traicionado. Si, traicionado. Me siento dolido. Me hubiera gustado que hubieses decidido confiar en mí, como yo he hecho contigo. Me siento como si me hubiesen echado a un lado. Como si de un día para otro todo lo que hemos pasado hubiese desaparecido.
Y puede sonar egoísta, pero no quería compartirte. Al menos no de esta manera. Me gustaba cuando después de un largo día podíamos hablar horas y hacer que me olvidara de todo lo que había pasado. Eras como un refugio, un oasis. Me gustaba que confiases en mí y me contases tus problemas, y yo me abría como no lo he hecho con nadie. Eras como un tesoro de valor incalculable.
Pero el tesoro salió a la luz, y los piratas lo encontraron. Lo abrieron por la fuerza y llegaron en semanas donde a mí me había costado casi un año llegar, y más allá. Ahora el tesoro ha desaparecido. Solo queda un puñado de piratas con retales del tesoro que un día fuiste. Suena muy egoísta, pero un oasis de todos no es tan valioso como un oasis desconocido. Un oasis en el que te recuerdan de dónde vienes no es comparable a un oasis en el que puedes perderte y descansar, un lugar en el que eres un completo desconocido. Un lugar en el que me gustaría volver a estar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario