La revolución de las palabras

jueves, 27 de marzo de 2014

La verdad es que la intención de esta entrada consistía en hacer una reseña de un libro que me acabo de leer, Dime quien soy de Julia Navarro, pero a lo largo del día se me han empezado a juntar una serie de pensamientos en mi cabeza que me parecía que merecía la pena compartir con vosotros, todo esto a raíz del siguiente fragmento que voy a escribir a continuación.

“Las palabras puede ser palabras, o puñales, o besos, o dardos envenenados, o señales de humor, o mensajes de auxilio, puede ser inofensivas, pero también pueden cambiar destinos si se utilizan con vehemencia, despertador enfados cuando son malinterpretadas y provocar rabia cuando no se dicen. Cada palabra tiene su momento y su escenario

Clara Ruiz de Gauna “Las palabras no se las lleva el viento”

Hoy he salido a dar una vuelta a última hora a despejarme, y me he dedicado un poco a andar sin rumbo por Madrid, me sorprendía la cantidad de gente que se aferraba a lo móviles sin levantar la vista de ellos, como si cada instante de nuestra vida tuviera que ser notificado a alguien, yo por suerte o por desgracia soy de wifi, asique en cuanto salgo de mi casa quedo “incomunicada” del resto de la sociedad, aun me pregunto qué ha pasado con todas esas veces que nos hemos encontrado con casualidad con alguien y que esas pequeñas idioteces de la vida nos consistían en una sonrisa ¿Cómo nos vamos a dar cuenta ahora de ello? , o aquellos momentos en los que podíamos dedicarnos a pensar en nosotros mismos, también podíamos tener más historias que contar y escuchábamos más.

Así que supongo que ahora lo que pasa es una sobre explotación de las palabras, que las hemos desgastado hasta perder su significado y sobre todo que ya nos perdemos demasiadas cosas, porque a través de una pantalla es imposible saber con exactitud las expresiones de nuestra cara, y si ese típico “bien”, es en realidad un mensaje de auxilio para rescatar a alguien.

A lo largo de estas semanas han sucedido una serie de acontecimiento que han revolucionado la sociedad, por un lado las concentraciones y manifestaciones por la situación de mal estar que hay en nuestro país, no voy a entrar en política porque no creo que tenga la suficiente madurez e información como para poder hacerlo, pero un hecho objetivo es que hay dos interpretaciones en general de estas marchas, por un lado algunos han retransmitido una ofensiva policial hacia los ciudadanos, que sus pelotas de goma han causado destrozos, la otra versión en rasgos generales es la de unos manifestantes violentos que han lanzado piedras y acribillado contra los policías que han quedado heridos, ¿Qué versión es la correcta? No lo sé, la única síntesis que quería sacar de esto, es que en ambos casos la manipulación de los medios para decirnos la realidad, y todo se radica a que ellos son los que tienen el control de las maravillosas palabras.

El otro acontecimiento es la muerte de Adolfo Suarez, presidente durante la transición, del cual todos sacan la misma conclusión, su capacidad de oratoria, para poder solventar los problemas de la guerra y por primera vez conseguir una unificación entre bandos e ideologías contrarias.

Creo que todo que mi mensaje, a pesar de estas divagaciones y vueltas es sencillo “Las palabras no se las lleva el viento”, entonces ahora que lo sabemos ¿seríamos capaces de convencer una revolución con ellas para cambiar todo aquello que no nos gusta?

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