Envianos tus historias XIII: Delirios de un romántico

domingo, 18 de enero de 2015



Luchamos contra la sociedad por un todo mientras todo nos recuerda que somos parte de esa sociedad -dice el filósofo que escucha Eric Clapton mientras sacia su sed con un trago de amarga cerveza de importación-. Quizá sea la oportunidad de encontrar otro camino para curar  nuestra codicia o quizá solo somos un mero espectador de los acontecimiento mientras estos nos arrastran a un futuro que haremos nuestro nos guste o no. Pero en fin, que esperamos si nuestro propio corazón nos exige buscar a la chica más atractiva que podamos embaucar para regocijarnos en sus brazos de los placeres de la vida material -ya está otra vez el filósofo-. ¿Cuál es entonces el sentido de una vida sin ti? me pregunto. Obviamente será una vida de búsqueda de algo parecido, no igual, no estamos dispuestos a mancillar tu recuerdo humanizándolo con algo tan banal como una cara bonita o un  culo perfecto, no, ese no es el objetivo, esa no es la esencia del viaje. Solo buscamos algo similar para seguir en el convencimiento de que continuamos, aspiramos a las imperfecciones que implican tu memoria pero que combinadas y observadas por una visión subjetiva de un joven enamoradizo y romántico de profesión se convierten en la perfección personificada. Perfecta como el cristal. Tan perfecta que corta.

Ángel Ligero

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